Milagros Dávila y su esposo, Eddie Taveras, no quisieron abandonar la vida que tenian Salinas, P.R. Pero después que el huracán Maria destruyo la isla, se quedaron, como la gran parte de los puertorriqueños, sin agua potable, electricidad, comida o trabajo. La pareja ahora vive en Connecticut, pero Dávila tiene fé en que volveran a Puerto Rico, aunque no sabe cuando eso será.